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                                                                                “Vuestros hijos no son hijos vuestros.

                                                                                    Son los hijos y las hijas de la vida, deseosa de sí misma.”

                                                                                Kahlil Gibran, “El profeta”

 

Nuestros hijos también habrán sido los hijos e hijas de nuestro deseo y nuestro deseo no habrá sido siempre, ni sólo, el de vivir.

Lo femenino, a la vez que singular, es plural y lo singular no existirá para la eternidad de la vida en sí.

La pregunta sobre la muerte, sí, aunque no sobreviva el último que la formularía.

Ante lo que desconocemos, nos defenderán todas las palabras posibles. Por eso la pregunta no logrará, jamás, escapar y desaparecer.

Hace una eternidad, la eternidad del gran maestro chino T’ien-ta’i, él dijo que  todos los fenómenos están contenidos en un instante vital.

Mujeres distintas, o una misma mujer, pueden pasar, durante un instante o a lo largo de todos los instantes de sus vidas, por:

Desear crear una familia.

Desear no crear una familia.

Desear tener hijos

Desear no tener hijos

Tener pareja.

No desear tener pareja.

Adoptar un niño o una niña.

Emparejarse con quien no quiera tener hijos.

Emparejarse con quien sí los quiera.

Desear hijos y no quedar embarazada.

Adoptar a la hija o al hijo de otros.

Quedar embarazada y no desear tener hijos.

Quedar embarazada pero no lograr concebirlos porque ellos han decidido que no quieren nacer allí, ni aún.

Caer en el Estado de Infierno, del que habló aquel maestro, por no soportar el desierto.

Desear morir.

Enfrentarse a esa negatividad, sea o no consciente, e insistir.

Aceptar como propios a más hijos e hijas ajenos, de cualquier edad.

O recurrir a la ciencia.

O decidir aliarse con la vida deseosa de sí misma y consultar con alguien experto en la Cosa misteriosa.

La vida no necesita que los hijos sean nuestros.

Nuestros solo son nuestros deseos, aunque no hayamos podido no haberlos aprendido.

Quizás debamos ser autodidactas solo en el de llegar a nuestro propio domicilio, en la Capital de la Luz Eternamente Tranquila (Nichiren Daishonin)

 

 O  “paciencia hasta que el único final verdadero del tiempo y del pesar y del yo y del segundo yo fuera el suyo”  (Samuel Beckett, “A vueltas quietas”)

 

Graciela Amorín

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www.gracielaamorin.com

PERFORMANCES y EXPOSICIONES

Pinturas, grabados, dibujos y ensamblajes
de Graciela Amorín

18 Octubre - 30 Octubre 2013:​

M. a J. de 17.30h a 20h30, V. y S. de 12h a 20h30.

 

Inauguración: Viernes 18 Octubre - 19h.

con acción poética de Isabel Navarro y acción creativa de Ana Huedo

 

Mesa redonda "femenino singular": Sábado 26 Octubre - 10.30h

 

El viernes 18 de octubre, a partir de las 19 h., se inaugurará el ciclo Femenino, singular con la exposición de pinturas, grabados, dibujos y ensamblajes de Graciela Amorín, junto con una  acción poética de Isabel Navarro y una acción creativa de Ana Huedo.

 

El sábado 26 de octubre, a las 10 h., el ciclo continuará con una mesa redonda sobre lo que Femenino, singular sugiere, tema coincidente con el de gran parte de las obras expuestas.

 

Nacida en Buenos Aires, Argentina, en 1946, obtuvo el diploma de Maestra de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Visuales Manuel Belgrano y trabajó en diseño gráfico a la vez que continuaba su formación artística en los talleres de Rivero (dibujo), José Rueda (pintura) y Carlos Gineste en la Mutualidad de Ex -Estudiantes de Bellas Artes (serigrafía).

Reside en Madrid, España, desde 1978, donde diseñó juguetes y asistió al taller Tres en Raya (grabado en metal). En 1993 obtiene la licenciatura en Psicología Clínica en la Universidad Complutense de Madrid, atendiendo como psicoanalista desde 1997 hasta 2012. Entre 1998 y 2002 coordinó talleres de dibujo y pintura en un Hospital Psiquiátrico de Madrid.

 

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